Pasión de Escritores (Antologías)
Viejo
Por la mañana
muy tempranito.
Lentamente se levanta,
Y emprende su camino.
Abre la puerta,
llama su perro.
Con su mano lo acaricia,
y vuelve sobre sus pasos.
Observa la puerta.
y lentamente camina,
silbando su canción.
Como olvidado en el silencio,
su viejo tronco busca.
De noble madera y olvido,
mendigo en el alma pura.
Antes de sentarse,
del ancestro aljibe,
Toma un sorbo de agua.
De lo profundo del gran balde.
Vuelve y se sienta,
acomoda el bastón,
y ajusta su gorra.
Respira y se embriaga en el
tiempo.
Valla a saber,
que vivencias
clásicas del entender,
transitan sus memorias
Sus ojos parecen no estar.
Él se confunde en el tiempo.
Sus ropas impecables sin rasgar,
parece un ángel dueño del mundo.
Grande entre los grandes,
aunque pequeño maestro de su
vida.
Cuanta sabiduría vivida
comprendes.
Escrita está en la simpleza de tu
sonrisa.
Déjame
llorar a orillas del mar,
para
arrojar mis penas al olvido
infinito
de su extensión, y amar.
No
temas solo permíteme hacerlo.
Comprende
en mí la ternura de amar.
Que
lo bueno y lo malo entre sí,
son
argumentos dispares, en el amplio mar.
Obligando
a mi ser estar y disentir.
Pues
que si tengo que elegir,
siempre
eligiría el bien, y el mal…
lo
abrasaría y lo arrojaría al confín
infinito
del mar, para que muera.
Que
sea olvido y no memoria en la vida,
pero
convivo cotidianamente con ambos,
por
la simple naturaleza de ser un humano,
y
no saber de mí si estoy vivo siquiera.
Solo
déjame un instante ser lo que soy.
Por
eso, déjame llorar para que mis lágrimas
corran
por mi mejilla libremente hoy,
y
poco a poco se laven a orillas del mar.
Comentarios
Publicar un comentario
¡Hola! Recuerda que la manera más antigua que el ser humano ha utilizado para expresar su pensamiento, fue la escritura. Pues entonces exprésate y comparte tus comentarios aquí…