Abstracto



Abstracto

 

¡Que hermosa música! Por allá, a ver, parece una orquesta. A por ahora suenan los timbales, no, espera un momento, se escucha la orquesta en pleno, pero… los bajos sin cuerdas, los tambores sin bases, pero suena tal filarmónica.

Ahora, escuchar se deja una soprano ligera, pero no es una soprano, sino un barítono, que tema, por Dios, que tema. Escucha, escucha, hacen vibrar las paredes del teatro, las cortinas danzan sin cesar. Un momento, que ha pasado, acaso no aplauden, no entiendo, a claro no hay músicos, parece estar todo desierto, vacío. Pero yo sigo escuchando música, la verdad que estoy confundido. Si las sillas están y algunos instrumentos deteriorados por los años de uso, pero no están los músicos. que voz sale de aquel micrófono, pero ¿Quién canta y quien toca? Nadie me responde, solo aquel señor que me hace señas que me vaya. Me acerco y veo, que estaba enojado, me indicó una salida y en la puerta había un enorme cartel que rezaba: NO INGRESE PELIGRO DE DERRUMBE. Me sentí tan mal, pedí disculpas, el asintió con su cabeza, aunque yo no escuchaba su voz, entonces comprendí lo que mi fonoaudióloga me dijo, que estaba sordo y necesitaba un audífono.

Y bueno ya está, por lo menos pude escuchar la mejor música y al mejor cantor, que está en mi interior, si a la orquesta que a veces nunca escuchamos. 



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